miércoles, 24 de febrero de 2010

Cuando tus manos...

Luz tenue,
Música de fondo,
Silencio afuera,
En la habitación solos sonidos de pasión…

Cuando tus manos van bajando por mi rostro,
Tu respiración la siento justo en mi cuello,
Al apretarme la espalda,
Me rindo a tus deseos…

Cuando tus manos van bajando por mí pecho,
Ya el aire cambió,
Excitados los dos,
Sin espacio libre entre nosotros,
Son mi manos también que te recorren…

Cuando tus manos continúan,
No hay lugar para otra cosa,
Te beso provocándote,
Queriendo conquistarte,
Pero en eso momentos ya nos pertenecemos,
Aunque después no…

Cuando tus manos siguen bajando,
Me retuerzo de placer,
Nos arrancamos lo poco que queda de ropa,
Nada más ardiendo…

Cuando tus manos regresaron,
Son las mías las que bajan,
Te investigo cada detalle,
Te beso cada rincón,
Subo a tus labios…

Cuando las manos ya son cómplices,
No hay tiempo para la espera,
De pronto te siento adentro mío,
Ambos temblando de pasión,
El calor de los cuerpos se hace agua,
Mientras soy tuya una y otra vez…

Vas entrando y saliendo de mi,
Las manos en un segundo plano,
Desgastadas en tacto,
Aprietan las sabanas ya mojadas,
Enredadas entre nosotros,
Nos forman un capullo…

Casi al final de la noche,
Con el sol naciente,
Estás por encima de mí,
Tus manos retorciendo las sábanas,
Mezcla de placer y fuerza,
Las mías abrazándote fuerte,
Mezcla de deseo en su punto máximo
Y final esperado…

El tiempo, el deseo, la continuidad,
Juegan bien sus cartas,
Ambos terminamos abrazados,
Sin palabras…

Cuando las manos ya descansan,
El sueño propicio para tenerte un rato más,
Te despierto con un beso suavecito,
Y las manos esperan hasta el final,
Para darte el saludo de despedida…

No hay comentarios:

Publicar un comentario